El embarazo y la Técnica Metamórfica

Imagino que algunas afirmaciones te chocarán, otras te resonarán, otras harás tuyas y en otras discreparás, pero hay ciertos aspectos que todos hemos vivido y eso, aunque quizá son difícilmente demostrables, los hace indiscutibles.

Tenemos muchos recuerdos que realmente no son nuestros. Cuando estuve con Rakasa (una gran consteladora familiar) veíamos constantemente patrones heredados en algún momento de la vida de la persona. Lo increíble surgía cuando esos patrones eran originarios de un familiar difunto al cuál el niño/niña o ya adulto, nunca conoció.

A todos nos suena reconocer ciertos aspectos en los niños de antepasados suyos y en un amplio porcentaje sin conocerles. Comentamos con naturalidad “fíjate, es que sienta y coge el cojín como su abuela” y el niño mira con cara asombrada porque no tiene ni idea de qué estamos hablando. Para nosotros es algo natural pero ¿no deja de resultar extraño que un bebé, un niño, pueda heredar hábitos, gustos, costumbres y formas de ser de alguien que no haya conocido? Porque no hablamos del color del pelo o de los ojos, hablamos de hábitos...

Continuando con el lanzamiento de preguntas abiertas ¿quién no ha tenido nunca una sensación de Déjà vu? ¿una sensación de haber vivido una escena, un lugar, una conversación, en algún momento de su vida aún sabiendo que es imposible?.

Estamos llenos de información que olvidamos, que nos influye tanto positiva como negativamente.Junto a toda esta información olvidamos nuestro potencial, nuestro propio poder de creación, sanación y regeneración.

En el embarazo, el nuevo ser estará formado a partir del cigoto, que no deja de ser una forma de unión debido a que se inicia por la fusión de los gametos femenino y masculino, con toda la información que ellos conllevan. El proceso embrionario durará aproximadamente ocho semanas hasta que el embrión alcance unos 30 mm. Durante este tiempo se formará el tubo neural, que será el que se convertirá por diferenciación en encéfalo y médula espinal, y las crestas neurales, que formarán la mayor parte del sistema nervioso periférico (SNP) y parte del autónomo (SNA). En poco tiempo se está creando el sisteman nervioso central, la médula, el cerebro. Este desarrollo embrionario se divide principalmente en tres procesos y, curiosamente, el último se llama metamórfico.

Creo que aunando todo lo comentado es relativamente sencillo encontrar respuestas a las preguntas.

Nuestra influencia, tanto de mujeres como de hombres, nuestra herencia, nuestra esencia, nuestra energía, empieza a grabarse en el bebé incluso antes de convertirse en feto.

Durante la gestación cualquier acontecimiento, el miedo de la madre (tanto consciente como inconsciente), la ansiedad frente al nacimiento... quedará reflejado en el bebé dejando patrones de conducta que podrán acompañar al niño toda su vida.

Tener la posibilidad de despertar su conciencia, evitando que tome nuestros miedos, nuestras cargas, a través del masaje metamórfico, ayudará a ambos, tanto a la madre como al niño, en todo el proceso de embarazo, pudiendo vivirlo de forma más dichosa incluso en los momentos que normalmente vemos más difíciles, como el parto.

Puedes concertar tu sesión de masaje metamórfico en Alcalá de Henares a través de:
• 644 298 701 ó 91 883 83 58
escribe@masajemetamorfico.com